[ezcol_1half]

Gozo os campos sem reparar para eles.

Perguntas-me porque os gozo.

Porque os gozo, respondo.

Gozar urna flor é estar ao pé dela

inconscientemente

E ter uma noçao do seu perfume nas nossas ideias mais

apagadas.

Quando reparo, nao gozo: vejo.

Fecho os olhos, e o meu corpo, que está entre a erva,

Pertence inteiramente ao exterior de quem fecha os

olhos-

A dureza fresca da terra cheirosa e irregular;

E alguma coisa dos ruidos indistintos das coisas a

existir,

E só urna sombra encarnada de luz me carrega

levemente nas órbitas,

E só um resto de vida ouve.

 

[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] Gozo los campos sin notarlos.

Me preguntas por qué los gozo.

Porque los gozo, respondo.

Gozar de una flor es estar al pie de ella

inconscientemente

y tener una noción de su perfume en nuestras ideas

más apagadas.

Cuando noto, no gozo: veo.

Cierro los ojos y mi cuerpo, entre la yerba,

pertenece enteramente al exterior de quien cierra los

ojos.

A la dureza fresca de la tierra olorosa e irregular;

y algo de los ruidos indistintos de las cosas que

existan,

y sólo una sombra encarnada de luz me carga levemente

en las órbitas,

y sólo un resto de vida oye.

[/ezcol_1half_end]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

FERNANDO PESSOA

POEMAS DE ALBERTO CAEIRO

Versión e introducción de PABLO DEL BARCO

VISOR MADRID 1984

VOLUMEN CV DE LA COLECCION VISOR DE POESIA

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir