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andré breton

 

tournesol

 

versión de

manuel álvarez ortega

 

 

 

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André Breton, retrato de Victor Brauner, 1934

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à Pierre Reverdy

 

La voyageuse qui traverse les Halles à la tombée de l’été

Marchait sur la pointe des pieds

Le désespoir roulait au ciel ses grands arums si beaux

Et dans le sac à main il y avait mon rêve ce flacon de sels

Que seule a respiré la marraine de Dieu

Les torpeurs se déployaient comme la buée

Au Chien qui fume

Ou venaient d’entrer le pour et le contre

La jeune femme ne pouvait être vue d’eux que mal et de biais

Avais-je affaire à l’ambassadrice du salpêtre

Ou de la courbe blanche sur fond noir que nous appelons pensée

Les lampions prenaient feu lentement dans les marronniers

La dame sans ombre s’agenouilla sur le Pont-au-Change

Rue Git-le-Coeur les timbres n’étaient plus les mêmes

Les promesses de nuits étaient enfin tenues

Les pigeons voyageurs les baisers de secours

Se joignaient aux seins de la belle inconnue

Dardés sous le crêpe des significations parfaites

Une ferme prospérait en plein Paris

Et ses fenêtres donnaient sur la voie lactée

Mais personne ne l’habitait encore à cause des survenants

Des survenants qu’on sait plus dévoués que les revenants

Les uns comme cette femme ont l’air de nager

Et dans l’amour il entre un peu de leur substance

Elle les intériorise

Je ne suis le jouet d’aucune puissance sensorielle

Et pourtant le grillon qui chantait dans les cheveux de cendres

Un soir près de la statue d’Etienne Marcel

M’a jeté un coup d’oeil d’intelligence

André Breton a-t-il dit passe

 

 

 

 

girasol

 

 

a Pierre Reverdy

 

 

 

La viajera que atravesó les Halles a la caída del verano

Caminaba sobre la punta de los pies

La desesperación hacía girar en el cielo sus grandes yaros tan bellos

Y en el bolso de mano se hallaba mi sueño ese frasco de sales

Que únicamente aspiró la madrina de Dios

Los entorpecimientos se desplegaban como el vaho

En el Perro que fuma

Donde acababan de entrar el pro y el contra

La muchacha sólo podía ser vista por ellos mal y al sesgo

Tenía yo que vérmelas con la embajadora del salitre

O con la curva blanca sobre fondo negro que llamamos pensamiento

El baile de los inocentes estaba en su apogeo

Los farolillos se encendían lentamente entre los castaños

La dama sin sombra se arrodilló en el Pont au Change

Calle Gît-le-Coeur los timbres ya no eran los mismos

Las promesas de las noches por fin se cumplían

Las palomas mensajeras los besos de socorro

Se unían a los pechos de la bella desconocida

Lanzados bajo el crespón de las significaciones perfectas

Una granja prosperaba en medio de París

Y sus ventanas daban sobre la vía láctea

Pero nadie la habitaba aún a causa de los aparecidos

De los aparecidos que como se sabe son más devotos

que los desaparecidos

Algunos como esta mujer aparentan nadar

Y en el amor penetra un poco de su substancia

Ella los interioriza

Yo no soy el juguete de ninguna potencia sensorial

Y sin embargo el grillo que cantaba en los cabellos de ceniza

Una tarde cerca de la estatua de Etienne Marcel

Me hizo un guiño de entendimiento

André Breton me dijo pasa

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 
 
 
 
 

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