arden las pérdidas

 

 

 

 

Vi las bestias expulsadas del corazón de mi madre. No hay distinción entre

mi carne y su tristeza.

¿Y esto es la vida? No lo sé. Sé que se extingue como los círculos del agua.

¿Qué hacer entonces, indecisos entre la agonía y la serenidad? No sé.

 

Descanso

en la ignorancia fría.

Hay una música en mí, esto es cierto, y todavía me pregunto qué significa este

placer sin esperanza. Hay música ante el abismo, sí, y, más lejos, otra vez la

campana de la nieve y, aún, mi oído ávido sobre el caldero de las penas, pero

¿qué significa finalmente

este placer sin esperanza?

Ya he hablado del que vigila en mí cuando yo duermo, del desconocido oculto en la memoria.

 

¿También él va a morir?

No sé. Carece

desesperadamente de importancia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

antonio gamoneda

 

de Arden las pérdidas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir