II. ALCHIMIE DU VERBE

 

 

 

 

A moi. L’histoire d’une de mes folies.

Depuis longtemps je me vantais de posséder tous les paysages possibles, et trouvais dérisoires les célébrités de la peinture et de la

poésie moderne.

J’aimais les peintures idiotes, dessus de portes décors, toiles de saltimbanques, enseignes, enluminures populaires; la littérature

démodée, latin d’église, livres érotiques sans orthographe, romans de nos aïeules, contes de fées, petits livres de l’enfance, opéras

vieux, -refrains niais, rythmes naïfs.

Je rêvais croisades, voyages de découvertes dont on n’a pas de relations, républiques sans histoires, guerres de religion étouffées,

révolutions de moeurs, déplacements de races et de continents: je croyais à tous les enchantements.

J’inventai la couleur des voyelles! – A noir, E blanc, I rouge, O bleu, U vert. – Je réglai la forme et le mouvement de chaque consonne, et,

avec des rythmes instinctifs, je me flattai d’inventer un verbe poétique accessible, un jour ou l’autre, à tous les sens. Je réservais la

traduction.

Ce fut d’abord une étude. J’écrivais des silences des nuits, je notais l’inexprimable. Je fixais des vertiges.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

II. ALQUIMIA DEL VERBO

  

 

 

 

Ahora yo. La historia de una de mis locuras.

Me jactaba desde hace tiempo de dominar todos los paisajes posibles, y me parecían irrisorias las celebridades de la pintura y la

poesía moderna.

Me gustaban las pinturas idiotas, frisos sobre las puertas, decorados, telones de saltimbanquis, anuncios, estampas populares; la

literatura pasada de moda, latín de iglesia, libros eróticos sin ortografía, novelas de nuestras abuelas, cuentos de hadas, libritos de la

niñez, óperas viejas, estribillos bobos, ritmos ingenuos.

Soñaba cruzadas, viajes de descubrimientos de los que no queda relato, repúblicas sin historia, guerras de religión sofocadas,

revoluciones de costumbres, desplazamientos de razas y de continentes: creía en toda suerte de hechizos.

Inventé el color de las vocales -A negro, E blanco, I rojo, O azul, U verde-. Pauté la forma y el movimiento de cada consonante, y, con

ritmos instintivos, me precié de inventar un verbo poético accesible, tarde o temprano, a todos los sentidos. Me reservaba la traducción.

Se trató al principio de un boceto. Escribía silencios, noches, anotaba lo inexplicable. Fijaba vértigos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

de Arthur Rimbaud, Obra poética completa. DVD, Barcelona, 2007

 

versión de miguel casado

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

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