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Les fleurs du mal

édition de 1861

Charles Baudelaire

une édition illustrée par inkwatercolor.com

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Au poète impeccable

Au parfait magicien ès lettres françaises

A mon très-cher et très-vénéré

Maître et ami

Théophile Gautier

Avec les sentiments

De la plus profonde humilité

Je dédie

Ces fleurs maladives

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L’Ennemi

Ma jeunesse ne fut qu’un ténébreux orage,

Traversé çà et là par de brillants soleils;

Le tonnerre et la pluie ont fait un tel ravage,

Qu’il reste en mon jardin bien peu de fruits vermeils.

Voilà que j’ai touché l’automne des idées,

Et qu’il faut employer la pelle et les râteaux

Pour rassembler à neuf les terres inondées,

Où l’eau creuse des trous grands comme des tombeaux.

Et qui sait si les fleurs nouvelles que je rêve

Trouveront dans ce sol lavé comme une grève

Le mystique aliment qui ferait leur vigueur?

— Ô douleur! ô douleur! Le Temps mange la vie,

Et l’obscur Ennemi qui nous ronge le coeur

Du sang que nous perdons croît et se fortifie!

De «Las flores del mal»      

Versión de Antonio Martínez Sarrión                                              

La Gaya Ciencia S.A. Barcelona 1976

El enemigo


Mi juventud no fue sino un gran temporal

Atravesado, a rachas, por soles cegadores;

Hicieron tal destrozo los vientos y aguaceros

Que apenas, en mi huerto, queda un fruto en sazón.

He alcanzado el otoño total del pensamiento,

y es necesario ahora usar pala y rastrillo

Para poner a flote las anegadas tierras

Donde se abrieron huecos, inmensos como tumbas.

¿Quién sabe si los nuevos brotes en los que sueño,

Hallarán en mi suelo, yermo como una playa,

El místico alimento que les daría vigor?

-¡Oh dolor! ¡Oh dolor! Devora vida el Tiempo,

Y el oscuro enemigo que nos roe el corazón,

Crece y se fortifica con nuestra propia sangre.

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De «Las flores del mal»      

Versión de Ignacio Caparrós                

Ed. Alhulia Colección «Crisálida» n°20.

Granada, 2001

El enemigo


Mi juventud fue sólo tenebrosa tormenta,

por rutilantes soles cruzada acá y allá;

relámpagos y lluvias la hicieron tan violenta,

que en mi jardín hay pocos frutos dorados ya.

De las ideas hoy al otoño he llegado,

y rastrillos y pala ahora debo emplear

para igualar de nuevo el terreno inundado,

donde el agua agujeros cual tumbas fue a cavar.

¿Quién sabe si las flores nuevas que en sueño anhelo

hallarán como playas en el regado suelo

el místico alimento que les diera vigor?

-¡Dolor!, ¡dolor! ¡El Tiempo, ay, devora la vida,

y el oscuro Enemigo que roe nuestro interior

con nuestra propia sangre crece y se consolida!

El enemigo


Mi juventud no fue sino oscura tormenta

que rara vez el Sol cortó con luz brillante,

trueno y lluvia ejercieron tan repetida afrenta

que en mi jardín no existen los frutos incitantes.

Yo que toqué el otoño del pensamiento azadas

tendré que usar, rastrillos y palas poderosas,

para juntar de nuevo las tierras inundadas

donde los agujeros son grandes como fosas.

Quién sabe si las nuevas flores que yo he soñado

encontrarán en este territorio lavado

el místico alimento que las vaya elevando!

Oh dolor de dolor! Corre el tiempo, la vida,

y el oscuro enemigo que nos va desangrando

crece y se fortifica con la sangre perdida!

Versión de Pablo Neruda

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