carol ann duffy

Diario de Poesía Nº79, 2010

Traducción: Mirta Rosenberg y Lorena Canales

 

 

 

anne hathaway

 
 
 
«Dejo, a mi esposa, mi segunda mejor cama…»
(testamento de Shakespeare)
 
 

La cama en la que nos amábamos era un mundo en rotación

 
de bosques, castillos, antorchas, riscos, mares
 
donde él buceaba perlas. Las palabras de mi amante
 
eran estrellas fugaces que caían a la tierra como besos
 
sobre estos labios; mi cuerpo a veces una rima imperfecta
 
de su cuerpo, como un eco o asonancia; sus caricias
 
un verbo bailando en el centro de un sustantivo.
 
Algunas noches, soñaba que él me había escrito, la cama
 
una página bajo su mano de escritor. Romance
 
y drama interpretados por el tacto, el gusto y el olfato.
 
Y en la otra cama, la mejor, nuestros huéspedes dormitaban
 
babeando prosa. Mi amor vivo y alegre
 
yace en el ataúd de mi cabeza de viuda

 

como él yacía conmigo en aquella segunda mejor cama.

 

 

anne hathaway

 

 

‘I gyve unto my wife mi second best bed…’

(from Shakespeare’s will)//

 

 

 

The bed we loved in was a spinning world
 
of forests, castles, torchlights, clifftops, seas
 
where he would dive for pearls. My lover’s words
 
were shooting stars which fell to earth as kisses
 
on these lips; my body now a softer rhyme
 
to his, now echo, assonance; his touch
 
a verb dancing in the centre of a noun.
 
Some nights, I dreamed he’d written me, the bed
 
a page beneath his writer’s hands. Romance
 
and drama played by touch, by scent, by taste.
 
In the other bed, the best, our guests dozed on,
 
dribbling their prose. My living laughing love –
 
I hold him in the casket of my widow’s head
 
as he held me upon that next best bed.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

Traducción: Mirta Rosenberg y Lorena Canales
 
Fuente: Diario de Poesía Nº79, 2010.
 
 
 
 
 
 
 


 
 
 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir