henri michaux

príncipe de la corona rota

henri michaux

 

príncipe de la muerte

 

 

 

Príncipe de la noche, del doble, de la glándula

de estrellas,


de la sede de la

Muerte,


 

 

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lo que importa es que su primer paso sea bueno

henri michaux

 

la estatua y yo

 

 

 

En mis momentos perdidos le enseño a caminar a una estatua.

Dada su inmovilidad exageradamente prolongada, no es fácil.

Ni para ella. Ni para mí. Gran distancia nos separa, me doy cuenta.

 

 

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y como si eso no bastara me dieron un balancín

henri michaux

 

 

etapas

 

 

 

Antes tenía mi desgracia. Los dioses malignos me la quitaron.

Pero entonces dijeron: “En compensación, vamos a darle algo.

¡Sí, sí! Es absolutamente preciso que le demos algo.”

Y al principio, yo no vi más que ese algo y estaba casi contento.

 

 

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mi enorme sanguijuela en mí se acuesta

henri michaux

 

primeras impresiones

 

Como de niño no quise jugar

con la arena de las playas

(terrible carencia de la que me resentí toda la vida)

ya, fuera de edad, me ha venido el deseo de jugar y,

 

 

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los animales se detienen a tu paso

 

 

Yo remo

 

 

Maldije tu frente tu vientre tu vida

Maldije las calles que tu andar recorre

Los objetos que recoge tu mano

Maldije el interior de tus sueños

 

 

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  2. Aprovecharé este poema para explicarme —a mí mismo sobre todo— algunos asuntos de la poesía y la poética que, estando…

  3. Me parece un buen poema; antes, cuando entonces, hubiera dicho que necesito que un poema tenga imágenes concretas, imágenes reales,…

  4. Tiene usted razón (ya estará acostumbrado) .Pero yo en mi infinita ignorancia pensaba que hablábamos de muerte y religión, no…