[ezcol_1half]

A fines de septiembre

 

 

 

El camión del correo baja hacia la costa
Llevando una sola carta.
Al final de un largo muelle
La aburrida gaviota levanta una pierna de vez en cuando
Y se olvida de bajarla.
Hay una amenaza en el aire
De tragedias gestándose.

 

Anoche creíste escuchar la televisión
En la casa de al lado.
Estabas seguro de que era un nuevo
Horror que estaban reportando,
Así que fuiste a averiguar.
Descalzo, llevando solo shorts.
Era solo el mar sonando cansado
Después de tantas vidas
Pretendiendo ir apurado a algún lado
Y nunca llegando a alguna parte.

 

Esta mañana, se sintió como domingo.
Los cielos hicieron su parte
Al no echar sombras a lo largo del malecón
O la fila de cabañas vacías,
Entre ellas una pequeña iglesia
Con una docena de tumbas grises amontonadas
Como si ellas, también, tuvieran escalofríos.

[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]

Late September

 

 

 

The mail truck goes down the coast
Carrying a single letter.
At the end of a long pier
The bored seagull lifts a leg now and then
And forgets to put it down.
There is a menace in the air
Of tragedies in the making.

 

Last night you thought you heard television
In the house next door.
You were sure it was some new
Horror they were reporting,
So you went out to find out.
Barefoot, wearing just shorts.
It was only the sea sounding weary
After so many lifetimes
Of pretending to be rushing off somewhere
And never getting anywhere.

 

This morning, it felt like Sunday.
The heavens did their part
By casting no shadow along the boardwalk
Or the row of vacant cottages,
Among them a small church
With a dozen gray tombstones huddled close
As if they, too, had the shivers.

 [/ezcol_1half_end]

 

 

 

 

charles simic

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir