Con un café no se me diluye el nombre

en el tiempo. Me siento útil; puedo hacer un plan

o dos, que terminarán en nada. Siento que he ganado

la partida a la desazón, que vuelvo a empezar

no sé dónde, ni para qué. Por un momento pareciera

que vivo lo mismo que un insecto, moviéndome rápido

y en todas direcciones, sin saber qué hacer con tan poco tiempo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ángel Ferrer

Inédito


 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir