209



Dios me creó para niño, y me dejó siempre niño. ¿Pero por qué dejó que la

vida me maltratase y me quitase los juguetes, y me dejase solo en el recreo,

estrujando con unas manos tan débiles el delantal azul sucio de lágrimas

incesantes? Si yo no podía vivir sino acariciado, ¿por qué echaron fuera a mi

cariño? Ah, cada vez que veo en la calle a un niño llorando, un niño exiliado de los

otros, me duele más que la tristeza del niño en el horror desprevenido de mi

corazón exhausto. Me duelo con toda la estatura de la vida sentida, y son mías las

manos que retuercen el borde del delantal, son mías las bocas torcidas por las

lágrimas verdaderas, es mía la debilidad, es mía la soledad, y las risas de la vida

adulta que pasa me gastan como luces de fósforos frotados en el tejido sensible de

mi corazón.


(Posterior a 1923.)

Deus criou-me para criança, e deixou-me sempre criança.

Mas por que deixou que a Vida me batesse e me tirasse os

brinquedos, e me deixasse só no recreio, amarrotando com

mãos tão fracas o bibe azul sujo de lágrimas comprimidas? Se

eu não poderia viver senão acarinhado, por que deitaram fora

o meu carinho? Ah, cada vez que vejo nas ruas uma criança

a chorar, uma criança exilada dos outros, dói-me mais que a

tristeza da criança no horror desprevenido do meu coração

exausto. Dôo-me com toda a estatura da vida sentida, e são

minhas as mãos que torcem o canto do bibe, são minhas as

bocas tortas das lágrimas verdadeiras, é minha a fraqueza,

é minha a solidão, e os risos da vida adulta que passam usamme

como luzes de fósforos riscados no estofo sensível do meu

coração.

 

Fernando Pessoa

Del español: 

Libro del desasosiego 209

Título original: Livro do Desassossego

© por la introducción y la traducción: Ángel Crespo, 1984

© Editorial Seix Barrai, S. A., 1984 y 1997

Segunda edición

Del portugués:

Livro do Desassossego composto por Bernardo Soares

© Selección e introducción: Leyla Perrone-Moises

© Editora Brasiliense

2ª edición

 

 


 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir