isabel bono

una casa en bleturge

 

nuevos tiempos

siruela

2017

 

densidad

 

[ezcol_1half]          [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]            

¿No te ha pasado nunca que de repente no sabes dónde estás y, lo que es peor, te da exactamente igual?

Ha estado a punto de hacerle esa pregunta. Se sonroja, incluso. Él no levanta la vista del periódico. Menos mal, piensa, a veces algunas palabras pesan tanto que no sabe si las piensa o las dice. Prefiere no decirlas, esas palabras, prefiere que se diluyan poco a poco porque, lo sabe muy bien, respuestas no hay.

Algunas veces ha intentado perderse a propósito, perderse a las tres, a las cuatro de la tarde a pleno sol, cuando por las calles apenas queda algún turista despistado. No sabe qué busca, no sabe qué pretende demostrar, si es que se trata de demostrar algo.

No sabe por qué lo hace, solo sabe que cada vez lo hace más a menudo. Incluso de noche, cuando vuelve del hospital de visitar a su padre. Tampoco es perderse, perderse no es fácil en la ciudad en la que uno vive, es sentirse lejos, fuera de todo lo conocido, no reconocer de pronto una casa, un árbol, el camino de vuelta.

Dos segundos son suficientes, mirar y no reconocer, sentirse libre por dos segundos. Leve por dos segundos.

Lleva un rato rozando mecánicamente la pata de la mesa con la punta del zapato. Otra manera de no estar, de perderse. ¿Cuánto tiempo tardaría en gastarse?, ¿y quién ganaría, el zapato o la madera? Son bonitos estos zapatos. A pesar de tener más de diez años siguen siendo bonitos.

Él, sin levantar la vista, se encaja las gafas y dice Si no supiera dónde estoy me volvería loco, y cuida tus zapatos si quieres que duren diez años más.

 [/ezcol_1half_end]

 

 

 

 

 

 

 

 

Bono; Isabel. Una casa en Bleturge (Nuevos Tiempos). Siruela

 

 

 

 

 

 

θ


 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir