este hombre

 

 

Cosas físicas, mezcladas,

artefactos racionales, directos, verticales

alrededor de

un hombre de cincuenta años en mitad de 1980

y en el hemisferio sur por donde se desagua el siglo;

inclinado sobre la mesa, obligado

a soportar una moral oblicua, intentando

un poema que se niega

porque es tarde para lo mejor,

para encontrar un orden que proponga un discurso joven,

reales proporciones a los objetos de la habitación;

estas apariencias reunidas,

que no se atreve a dominar y arrancar del caos:

un hombre confeso, diluido, cardíaco,

esperando justicia con agua muerta en las arterias.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir