orquesta degollada

El poema que cada uno

va masticando como un chicle de idiota

es poca cosa. Una preocupación ridícula

de la vida individual, guitarrita de bolsillo,

cantito de rana en los pulmones contaminados

cuando la calle abunda de gente en todas direcciones.

Sólo Dios sabe adónde va cada uno,

Pero el Estado sabe

dónde van todos con su pequeña música entre los dientes.

Traslado a mi oído el verso mascado

para probar su sonido: un fracaso que no resuelve

esta muchedumbre sentimental hacia el ocaso

con su rumor de orquesta degollada.

Joaquín O. Giannuzzi

en el blog Artesanos literarios

LA REVISTA QUE NUNCA DUERME

[artesanosliterarios.blogspot]


 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir