dormitorio y nada

Espera. Cuando salgo

del dormitorio me detengo y vuelvo

mi perpleja cabeza de Lázaro.

Allí estuve yo

donde dormí cien años, sin fumar,

ni cambiarme de ropa, sumergido

en la negación, sin culpas, aguas abajo,

puro bulto fisiológico, montón

tan impolítico que, no sé,

a lo mejor daba gusto.

 

 

 

 

 

 

 

joaquín orlando giannuzzi

 

dormitorio y nada

 

 

 


 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir