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nuevas preocupaciones
 
 
 
 
Sulfuroso, el delantal de la señorita Hanratty flota
 
por encima del atardecer, augurando un frío extremo.
 
La ventaja de los huéspedes no socava
 
sus verdes días de arquero.
 
 
El viento dispersa por los cielos brotes de arvejas.
 
Todo es temblor, modestia, una espera por ser dicho.
 
Varios oradores impugnan a la vez
 
la veracidad de un arroyo tardío en agosto,
 
y todo lo que habría significado el mismo día
 
en otro año. A esta altura, los corredores habrán alcanzado
 
la frontera norte, sumergido la yema de los dedos
 
en la llama. Y, sí,
 
 
este es uno de esos momentos.
 
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]
 
new concerns
 
 
 

Sulfurous, Mrs. Hanratty’s apron floats
 
above the sunset, auguring extreme cold.
 
The guests’ advantage doesn’t undermine
 
their green goalie days.
 
 
Wind-driven pea shoots strew the skies.
 
All is tremor, modesty, a waiting to be told.
 
Several speakers impugn at once
 
the veracity of a late brook in August,
 
and all it would have meant on the same day
 
in another year. By now, runners will have reached
 
the northern border, plunged fingertips
 
in the flame. And, yes,
 
 
this one of those times.

 [/ezcol_1half_end]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

John Ashbery 

Where Shall I Wander (Por dónde vagaré), HarperCollins, Nueva York, 2005.

Versión de Jorge Salvetti y Darío Rojo.

John Ashbery

in conversation with John Tranter New York City, 20 April 1985

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

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