[ezcol_1half]    

Anteojos de color rosa

Diez años, y todavía está en la

radio. La vie en rose

se derrama desde una docena de ventanas

en el canal. Una mujer

y su hijo en una barcaza

de verduras la cantan. Un hombre, limpiando

la proa de su góndola,

la canta mientras su perro mueve la cola.

Los chicos jugando a la rayuela la cantan.

Ropa a medio lavar cuelga sobre las cabezas.

Flota basura en el estrecho canal.

Más radios se suman. A través

del canal, detrás de las ventanas enrejadas

de la Cárcel de Mujeres, un centenar

de puras voces de carteristas

y prostitutas comienza a cantarla.

Es como estar en la iglesia.

El próximo número es Ciao, ciao, bambina.

 [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] 

Rose Colored Glasses

Ten years, and it’s still on the

Radio. La Vie en rose

Spills out of a dozen windows

Onto the canal. A woman

And her son in a vegetable

Barge sing it. A man polishing

The prow of his gondola

Sings it while his dog wags its tail.

Children playing hopscotch sing it.

Grimy half washed clothes hang overhead.

Garbage floats in the narrow canal.

More radios join in. Across

The canal, beyond the iron windows

Of the Women’s Prison, a hundred

Pure voices of pickpockets

And prostitutes start to sing it.

It is just like being in church.

The next number is Ciao, ciao, bambina.

[/ezcol_1half_end]

Kenneth Rexroth

Versión de J. Aulicino

Fuente: Blogspot Otra iglesia es imposible

Entre los poetas míos

Biblioteca digital Omegalfa


 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir