Todas mis amiguitas son jibosas;

ellas aman a su madre.

Todos mis animales son obligatorios,

tienen patas de mueble

y manos de ventana.

El viento se deforma,

necesita un traje a medida,

desmesurado.

He aquí por qué

digo la verdad sin decirla.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Paul Éluard

la costumbre


 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir