La otra soledad viene del sufrir sombrío,
de callarlo, de amaneceres durmiendo.
Es un pájaro cayendo. Sus alas baten 
el egoísmo en que se impulsan,
por un estrábico mundo ramificado neuronalmente hacia el absurdo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ángel Ferrer
inédito

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir