mariano peyrou: albada

 

 

Las sábanas parecían frescas cuando

cada uno volvió a su cama, pensando

quizá que necesitaba más ejemplos

y que, fuera de las amigas más cercanas,

nadie tendría por qué saberlo nunca,

a no ser que nos volviéramos aún más serios.

A su modo, las raíces superficiales

o extensas del deseo funcionan

de una forma similar.

 

 

Esos que ves contra la pared,

con las manos en alto, no conocen

los placeres del té. Otros permanecían

ajenos, o bajo el agua,

trabajando en secreto para conmover

a los demás.

 

 

Y a mí, que soy más torpe, lo sentimental

se me derrama mientras observo el acueducto

desde un balcón hasta

que se me cansa la vista y me rindo.

No me faltaba ansiedad, pero mi principal

mérito es haber prescindido de las comillas.

 

 

 

 

 

 

Mariano Peyrou

 

de Estudio de lo visible

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir