mis padres resolvieron irse

 

 

Mis padres resolvieron irse.

Al volver de la escuela encontré una carta debajo de una piedra; decía:

Nos vamos por mucho tiempo; arréglate sola.

Estuve un largo rato inmóvil; luego, penetré en la cocina desierta donde quedaban restos

de las últimas palomas y ratas asadas, y un huevo de pavo, celeste como el cielo, que no

me atrevía a quebrar y comer; y con él entre los dedos ―nos vamos por muchos años―

me recosté en la pared como buscando una protección.

Todos los días y días y días siguientes, sólo di vueltas en torno a la casa.

Debajo de los malvones creció un pueblo de gente diminuta;

las mujeres parecían hortensias, rosadas y lisas, y encajes en bucles.

Pero, eran pueblos nevadísimos como el azúcar. Alcancé a divisar funerales y bodas.

Siempre algunos de ellos me miraban con alegre sorpresa.

Pero, yo les retiré todo interés.

 

Sigo fija junto a la puerta. Y mis desolados ojos taladran el horizonte.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Proyecto Patrimonio— Año 2016

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Poemas de Marosa di Giorgio.

 

 

 

 

 


 

 

 

 

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