you know

 

Mary Jo Bang

 

You know, don’t you, what we’re doing here?
The evening laid out like a beach ball gone airless. 

We’re watching the spectators in the bleachers.
The one in the blue shirt says, “I knew, 

even as a child, that my mind was adding color 
to the moment.” 

The one in red says, “In the dream, there was a child 
batting a ball back and forth. He was chanting

that awful rhyme about time that eventually ends
with the body making a metronome motion.”

By way of demonstration, he moves mechanically 
side to side while making a clicking noise. 

His friends look away. They all know 
how a metronome goes. You and I continue to watch 

because we have nothing better to do. 
We wait for the inevitable next: we know the crowd

will rise to its feet when prompted and count—
one-one-hundred, two-one-hundred, 

three-one-hundred—as if history were a sound 
that could pry apart an ever-widening abyss 

with a sea on the bottom. And it will go on like this. 
The crowd will quiet when the sea reaches us.

 

sabes

 

 

Sabes qué estamos haciendo aquí, ¿no es cierto?

La tarde cae al suelo como una pelota playera al desinflarse.

 

Estamos mirando a los espectadores en las gradas.

El de la camisa azul dice ‘supe,

 

desde que era un niño, que mi mente le agregaba color

a los momentos’.

 

El de rojo dice: ‘En el sueño, había un niño

bateando una pelota de aquí para allá. Y entonaba

 

esa rima espantosa sobre el tiempo que finalmente termina

con el cuerpo haciendo el movimiento de un metrónomo’.

 

A modo de demostración, se mueve mecánicamente

de un lado al otro mientras hace un ruido de click.

 

Sus amigos apartan la mirada. Todos saben

cómo funciona un metrónomo. Tú y yo seguimos observando

 

porque no tenemos nada mejor que hacer.

Esperamos por lo que inevitablemente viene: sabemos que la multitud

 

se pondrá de pie cuando se lo indiquen y contará—

uno-cien, dos-cien,

 

tres-cien—como si la historia fuera un sonido

que pudiera forzar un abismo creciente

 

con el mar debajo. Y eso será así.

La multitud sólo se calmará cuando el mar nos alcance.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

mary jo bang

The Last Two Seconds

 

 

 

 


 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir