Toni-Garrn

sol y sombra

Del sol a la sombra y sin azulejos, esta hermosa mujer se ha sentado en la tierra del suelo y, como

una cabra, mastica una ramita vegetal, mientras nos mira desde la ventanita con declarado aire de superioridad.

Si la humilde sombra aguanta su belleza sin estallar en pedazos, tal vez nosotros también seremos

capaces de hacerlo. 

El sol la va buscando luz a luz bajo los arcos. En el vestido lleva el dibujo, la trama de la espuma cuando

una ola se extiende como una red sobre la arena de la playa, cuando se expande como un encaje antes de disolverse

en burbujas de agua.

Con pulseras como salvavidas y con los muslos de piel dorada y de sustancias puras, lineales entre el sol y

la sombra, largos entre la lumbre y el frío, Toni destella de dientes, mientras los colmillos del sol la buscan. Como un

perro parado al borde de una piedra, el sol, doloridamente, olfatea su peso bajo y su peso temporal y su sombrío silencio

y olfatea sus dulces excrementos y duda.

Toni está hermosa en el tiempo, en la tarde a dos luces, bajo la curva del arco, sentada en el suelo, comiendo

hierba, irreversible, casi eterna. 

 

 

 

 


 

 

 

 

2 Comentarios

  1. Aitor Suárez

    Bueno, pero lo de los excrementos dulces ya me parece, de todo punto (incluso el poético), un exceso.

    Responder
    • caballo

      jejjejjejjeej… no sé, se trata de un perro / sol, quizá para un perro son dulces,

      desde luego les apasionan.

      Gracias por tu protesta a la dulzura de la mierda.

      Narciso

      Responder

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