michel houellebecq

 

incipit de las partículas elementales

 

 

Hoy vivimos en un reino completamente nuevo,

Y la mezcla de circunstancias envuelve nuestros cuerpos,

Baña nuestros cuerpos,

En un halo de júbilo.

Lo que los hombres de antaño presintieron a veces a través de la música,

Nosotros lo llevamos a la práctica cada día.

Lo que para ellos pertenecía al campo de lo inaccesible y de lo absoluto,

Nosotros lo consideramos algo sencillo y conocido.

Sin embargo, no despreciamos a esos hombres;

Sabemos lo que debemos a sus sueños,

Sabemos que no seríamos nada sin la mezcla de dolor y alegría que fue su historia,

Sabemos que llevaban nuestra imagen dentro cuando atravesaban el odio y el miedo, cuando chocaban en la oscuridad,

Cuando escribían, poco a poco, su historia.

Sabemos que no habrían sido, que ni siquiera podrían haber sido, sin guardar en el fondo de su corazón esa esperanza,

Ni siquiera podrían haber existido sin su sueño.

Ahora que vivimos en la luz,

Ahora que vivimos en las cercanías inmediatas de la luz

Y que la luz baña nuestros cuerpos,

Envuelve nuestros cuerpos,

En un halo de júbilo,

Ahora que nos hemos establecido en las cercanías inmediatas del río,

En tardes inagotables

Ahora que la luz en torno a nuestros cuerpos se ha vuelto palpable,

Ahora que hemos llegado a nuestro destino

Y que hemos dejado atrás el universo de la separación,

El universo mental de la separación,

Para bañarnos en la alegría inmóvil y fecunda

De una nueva ley,

Hoy,

Por primera vez,

Podemos contar el final del antiguo reino.

 

 

les particules élémentaires

 

 

 

 

 

Nous vivons aujourd’hui sous un tout nouveau règne,

Et l’entrelacement des circonstances enveloppe nos corps,

Baigne nos corps,

Dans un halo de joie.

Ce que les hommes d’autrefois ont quelquefois pressenti au travers de leur musique,

Nous le réalisons chaque jour dans la réalité pratique.

Ce qui était pour eux du domaine de l’inaccessible et de l’absolu,

Nous le considérons comme une chose toute simple et bien connue,

Pourtant, nous ne méprisons pas ces hommes;

Nous savons ce que nous devons à leurs rêves,

Nous savons que nous ne serions rien sans l’entrelacement de douleur et de joie qui a constitué leur histoire,

Nous savons qu’ils portaient notre image en eux lorsqu’ils traversaient la haine et la peur, lorsqu’ils se heurtaient dans le noir,

Lorsqu’ils écrivaient, peu à peu, leur histoire.

Nous savons qu’ils n’auraient pas été, qu’ils n’auraient même pas pu être s’il n’y avait pas eu, au fond d’eux, cet espoir,

Ils n’auraient même pas pu exister sans leur rêve.

Maintenant que nous vivons dans la lumière,

Maintenant que nous vivons à proximité immédiate de la lumière

Et que la lumière baigne nos corps,

Enveloppe nos corps,

Dans un halo de joie

Maintenant que nous sommes établis à proximité immédiate de la rivière,

Dans des après-midi inépuisables

Maintenant que la lumière autour de nos corps est devenue palpable,

Maintenant que nous sommes parvenus à destination

Et que nous avons laissé derrière nous l’univers de la séparation,

L’univers mental de la séparation,

Pour baigner dans la joie immobile et féconde

D’une nouvelle loi

Aujourd’hui,

Pour la première fois,

Nous pouvons retracer la fin de l’ancien règne.

 

 

 

 

 

 

 

Traducción de Encarna Castejón

Referencia:
Houellebecq, M. (1999). Las partículas elementales. Barcelona, España: Editorial Anagrama.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir