177

 

DÍA DE LLUVIA

El aire es de un amarillo oculto, como un amarillo pálido visto a través de un blanco sucio.

Apenas si hay amarillo en el aire ceniciento. La palidez del ceniciento, sin embargo, tiene

un amarillo en su tristeza.

178

Vivo siempre en el presente. El futuro, no lo conozco. El pasado, ya no lo tengo. Me pesa

el uno como la posibilidad de todo, el otro como la realidad de nada. No tengo esperanzas

ni nostalgias.

Conociendo lo que ha sido mi vida hasta hoy —tantas veces y en tantas cosas lo contrario

de lo que yo deseaba—, ¿qué puedo presumir de mi vida de mañana, sino que será lo que

no presumo, lo que no quiero, lo que me sucede desde fuera, hasta a través de mi voluntad?

No tengo nada en mi pasado que recuerde con el deseo inútil de repetirlo. Nunca he sido

sino un vestigio y un simulacro de mí. Mi pasado es todo cuanto no he conseguido ser.

Ni las sensaciones de los momentos pasados me resultan nostálgicas: lo que se siente exige

el momento; pasado éste, hay un volver de página y la historia continúa, pero no el texto.

Breve sombra oscura de un árbol ciudadano, leve sonido de agua que cae en el estanque

triste, verde del césped regular —jardín público casi al crepúsculo—, sois, en este momento,

el universo entero para mí, porque sois el contenido pleno de mi sensación consciente. No

quiero más de la vida que sentirla perderse en estas tardes imprevistas, al son de niños ajenos

que juegan en estos jardines enrejados por la melancolía de las calles que los rodean, y

frondosos, más allá de las ramas altas de los árboles por el cielo viejo donde las estrellas

recomienzan.

13-6-1930

Fernando Pessoa

Del español:

Libro del desasosiego 177, 178

Título original: Livro do Desassossego

© por la introducción y la traducción: Ángel Crespo, 1984

© Editorial Seix Barrai, S. A., 1984 y 1997

Segunda edición

En las ediciones revisadas en portugués, no hemos encontrado

ninguno de los dos epígrafes.


 

 

 

 

 

 

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