kunstkamera

 

Como si yo misma fuese celda de mi cuerpo de postre,

las horas de espera esfuman la dulzura del formol.

El corazón continúa derritiendo a bocados

los latidos de nube para mi guiño simétrico:

manos en luna, cuánto te duelen los ojos de los otros.

 

Aquí los relojes respiran sin billete de vuelta.

Mientras, a lo lejos, una huella de cristal se conjuga.

 

Nadie llama a la puerta de mi casa de nieve.

 

 

 

Elena Medel

 

kunstkamera

Inédito

http://www.losnoveles.net/e1emedel.htm

 

 

 


 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir