[ezcol_1half]                  

 

Dame el ocaso en una copa,

enumérame los frascos de la mañana

y dime cuánto hay de rocío,

dime cuán lejos la mañana salta-

dime a qué hora duerme el tejedor

que tejió el espacio azul.

Escríbeme cuántas notas habrá

en el nuevo éxtasis del tordo

entre asombradas ramas-

cuántos caminos recorre la tortuga-

cuántas copas la abeja comparte,

disoluta del rocío.

También, ¿quién puso la base del arco iris,

también, quién guía las esferas dóciles

por juncos de azul flexible?

¿Qué dedos atan las estalactitas-

quién cuenta la plata de la noche

para saber si nadie está en deuda?

¿Quién edificó esta casita albana

y cerró herméticamente las ventanas

que mi espíritu no puede ver?

¿Quién me dejará salir un día de gala

con implementos de vuelo,

fugaz pomposidad?

c. 1859

[/ezcol_1half][ezcol_1half_end]

 

 

 

Bring me the sunset in a cup,

Reckon the morning’s flagons up

And say how many Dew,

Tell me how far the morning leaps —

Tell me what time the weaver sleeps

Who spun the breadth of blue!

Write me how many notes there be

In the new Robin’s ecstasy

Among astonished boughs —

How many trips the Tortoise makes —

How many cups the Bee partakes,

The Debauchee of Dews!

Also, who laid the Rainbow’s piers,

Also, who leads the docile spheres

By withes of supple blue?

Whose fingers string the stalactite —

Who counts the wampum of the night

To see that none is due?

Who built this little Alban House

And shut the windows down so close

My spirit cannot see?

Who’ll let me out some gala day

With implements to fly away,

Passing Pomposity?

[/ezcol_1half_end]

 

 

 

 

 

 

 

 

Emily Dickinson 

Selección y traducción de Silvina Ocampo

Prólogo Jorge Luis Borges

Tusquets Editores – Barcelona 1985

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir