el tesoro de sierra madre

Quiénes son los hombres que se separan del resto

y andan solos y creen ver en las tinieblas

y se ríen como si supieran, y andan solos

como si supieran, quemando

rostros y con algo de saliva

escondida tristemente en las bolsas.

Aspirando a sí mismos y pisando el rojo

vivo de los labios. Sin mancha,

persiguiendo ciegos la ilusión del espejo.

Dime Luna, quiénes son los que te

adoran y creen, y recorren seguros

la tela de araña que nadie, nadie ha tejido

y corren en pos de su imagen, tropezando en el cieno,

acezantes, mordidos en el culo por su sombra

camino del abismo con los ojos vendados

como el FOU de aquel juego

de cartas cuya clave olvidé, oh dime Luna

el nombre secreto de tus fieles, y si saben, si saben

que al llegar por fin no les espera

sino en la muerte su rostro en el espejo.

 

 

 

 

 

Leopoldo María Panero

El tesoro de Sierra Madre

El que no ve (1980)

Poesía Completa (1970-2000),

Visor, Madrid, 2001

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir