la huida a Egipto



Le pagaba para que me matase,

y se ha largado al Sur. Todas se marchan.

Aceptan flores, cheques y mentiras.

Se comprometen a matarme. Dicen:

“No verás el otoño. Te lo juro.”

Y se van antes de la primavera.

También ésta se ha ido. Con un mapa

de Egipto y con las llaves de mi coche.

Quiera Dios que los vientos no conduzcan

su nave a puerto. Que una lluvia roja 

le queme el corazón, si es que lo tiene.

Que nunca llegue a Egipto esa maldita.

 

 

Luis Alberto de Cuenca

La huída a Egipto

La caja de plata

Mercamadrid S A,

Madrid, 2006

 

 


 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir