Grillo
.

.
Quería mostrar a sus hijos como se cazaba un grillo.

Hay que arrastrarse sigilosamente, como un gato,

de cara al sol, sin que la sombra delate.

En la gruta hay que fustigarlo con una paja

y agarrarlo de un zarpazo cuando asome.

Y así fue como cazó un grillo,

de la estirpe de los reyes cojos cantores,

e hizo felices durante casi un minuto a sus muchachos.

Lo llevó en un frasco con hojitas de trébol

y el grillo cantó durante todo el día

y ya de noche,

cuando los críos se durmieron,

también cantaba el grillo.

Lo miró a través del vidrio.

Tenía una curiosa cabeza,

magnífica y fea,

como la de un samurai con armadura

o de héroe futurista.

Bajó con las jabas de basura y también con el frasquito.

Y allí quedó el grillo cantor,

en la acera suburbial,

en esa hora en que la gente mide sus pasos.

 

 

 

 

 

 

.

Manuel Rivas

Grillo

De Ningún cisne (1989)

en Do descoñecido ao descoñecido, obra poética (1980-2003), 2003

Traducción y nota introductoria de Rafael Álvarez R.

delpalenqueypara.blogspot.com

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir