larkin

 

 

 

 

[ezcol_1half]  

regreso a los sapos

¿Quién no prefiere pasear

por el parque a trabajar?

El lago, el sol,

hierba donde echarse,

lejano rumor de críos

y niñeras de medias negras:

no está mal el lugar.

Pero no es para mí,

no soy uno de esos tipos

que te encuentras por las tardes:

hemipléjicos que apenas andan,

oficinistas con temblores,

pacientes de carne cérea

aún con secuelas del accidente,

y personajes de abrigo largo

que hurgan en las papeleras:

gentes que esquivan el sapo del trabajo

por estúpidos o por débiles.

¡Imagínate ser como ellos!

Oír cómo dan las horas,

ver cómo traen el pan,

el sol que se oculta tras las nubes,

los niños que vuelven a casa;

imagínate ser como ellos,

ir rumiando tus fracasos

junto a un lecho de lobelias,

no tener adónde ir

ni más amigos que unas sillas vacías.

No, dadme mi montaña de papeles,

mi secretaria con permanente,

mi le-paso-la-llamada-señor:

¿qué más puedo responder

cuando las farolas se encienden a las cuatro

y acaba ya otro año?

Dame tu brazo, viejo sapo,

tomemos la Cuesta del Cementerio abajo.

 [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]   

Toads revisited

Walking around in the park

Should feel better than work:

The lake, the sunshine,

The grass to lie on,

Blurred playground noises

Beyond black-stockinged nurses –

Not a bad place to be.

Yet it doesn’t suit me,

Being one of the men

You meet of an afternoon:

Palsied old step-takers,

Hare-eyed clerks with the jitters,

Waxed-fleshed out-patients

Still vague from accidents,

And characters in long coats

Deep in the litter-baskets –

All dodging the toad work

By being stupid or weak.

Think of being them!

Hearing the hours chime,

Watching the bread delivered,

The sun by clouds covered,

The children going home;

Think of being them,

Turning over their failures

By some bed of lobelias,

Nowhere to go but indoors,

No friends but empty chairs –

No, give me my in-tray,

My loaf-haired secretary,

My shall-I-keep-the-call-in-Sir:

What else can I answer,

When the lights come on at four

At the end of another year?

Give me your arm, old toad;

Help me down Cemetery Road.

 [/ezcol_1half_end]

 

 

 

 

Philip Larkin

Regreso a los sapos

Las bodas de Pentecostés

Poesía Reunida

The Complete Poems, Archie Burnett, ed.

Nueva York, Farrar, Strauss and Giroux, 2012

Versiones de Damián Alou y Marcelo Cohen

Lumen

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

9 Comentarios

  1. angel

    Me sorprende bastante que este poeta con lo inteligente que es, haga este poema tan carente de perspectiva global, como otros que tiene impresionantes en este sentido.

    Supongo a un Larkin joven.

    Ángel

    Responder
  2. caballo

    Nope, cronológicamente es de la misma época y del mismo libro -las bodas de pentecostés-

    si te refieres a la comparación con el poema Curación por la fe.

    Con todo, no sé bien qué quieres decir, sólo te respondo a lo que conozco.

    Gracias

    Narciso

    Responder
  3. angel

    No, la curación por la fe es un análisis muy profundo, parece opuesto a esto.

    ¿Porqué Larkin penetra mejor en la figura del cura, que en la sociedad?

    Mucha gente de la que describe Larkin no acaba así porque quiere.

    Ángel

    Responder
  4. caballo

    No sé si viene a cuento, pero era más bien contrasocial, disocial,

    pero tremendamente conservador. Un mezcla explosiva. Le preguntaron algo

    sobre Borges, que había sido bibliotecario como él, y respondió que no sabía

    nada del tal Borges. Por ejemplo.

    Responder
  5. angel

    Jodo petaca.

    Supongo que sería una contestación oportunamente contrasocial.

    No me creo que no lo conociera.

    Entiendo que fuese disocial, pero me sigue pareciendo un acercamiento a la ligera a las personas de las que habla.

    A este poeta se le puede exigir mucho más, pienso yo.

    Ángel

    Responder
  6. angel

    Coño, que foto! parece que me está oyendo…

    Responder
  7. caballo

    Disculpa, Ángel: no lo parece: te está oyendo!!!!!

    😎

    Abrazo

    Narciso

    Responder
  8. caballo

    Pero escribió también un libro -por lo menos- de jazz, que tituló

    con una variante de All that jazz. Debía ser muy bueno en eso.

    Sólo salió una vez de su isla, a Francia, a no sé qué recado, y se volvió

    enseguida.

    Un ejemplar.

    Narciso

    Responder
  9. angel

    Entiendo 😎

    No me extraña, lo tendrían frito.

    Me sorprende esa capacidad de tirar para adelante. ( como nos está oyendo…) 😉

    No querría ser disocial con él.

    abrazo

    Ángel

    Responder

Dejar una respuesta a angel Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir