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Balzac

Pienso en Balzac con su gorro de dormir tras

pasarse treinta horas en el escritorio,

se alza de su rostro una neblina,

la bata se le pega

a sus velludos muslos cuando

se rasca, demorándose

ante la ventana abierta.

Afuera, en el bulevar,

las manos blancas y bruscas de los acreedores

estiran bigotes y corbatas,

las damas jóvenes piensan en Chateaubriand

mientras pasean con sus parejas,

los carruajes traquetean vacíos, oliendo

a cuero y a la grasa de los ejes.

Como un enorme caballo de tiro, Balzac

bosteza, resopla, se mueve con pesadez

hasta el baño

y, abriendo la bata,

apunta al orinal de principios de siglo

un gran chorro de pis. La cortina de encaje atrapa

la brisa. ¡Espera! Una última escena

antes de irse a dormir. Su cerebro rebulle mientras

vuelve al escritorio — la pluma,

el frasco de la tinta, las cuartillas revueltas.

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Balzac

I think o f Balzac in his nightcap after

thirty hours at his writing desk,

mist rising

from his face,

the grown clinging

to his hairy thighs as

he scratches himself,

lingers

at the open window.

Outside, on the boulevards,

the plump white hands

of the creditors

stroke moustaches and cravats,

young ladies dream of

Chateaubriand

and promenade with the young men, while

empty carriages rattle

by, smelling

of axle-grease and leather.

Like a huge draught horse, Balzac

yawns,

snorts, lumbers

to the watercloset

and, flinging open his gown,

trains a great

stream of piss into the

early nineteenth century

chamberpot. The lace curtain

catches

the breeze. Wait! One last scene

before sleep. His brain sizzles as

he goes back to his desk – the pen,

the pot of ink,

the strewn pages.

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Raymond Carver

Todos nosotros

Poesía reunida

S. L. Bartleby Editores

2006, 3ª edición

Velilla de San Antonio

Selección, traducción y prólogo de Jaime Priede

Original: Collected poems

The Harvill Press

Londres 1996

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

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