Marmonnement

 

Pour ne pas me rendre et pour m’y retrouver, je t’offense,

mais combien je suis épris de toi, loup, qu’on dit à tort funèbre,

pétri des secrets de mon arrière-pays.

C’est dans une masse d’amour légendaire que tu laisses la déchaussure vierge,

pourchassée, de ton ongle. Loup, je t’appelle, mais tu n’as pas de réalité nommable.

De plus, tu es inintelligible. Non-comparant, compensateur, que sais-je?

Derrière ta course sans crinière, je saigne, je pleure, je m’enserre de terreur, j’oublie,

je ris sous les arbres. Traque impitoyable où l’on s’acharne, où tout

est mis en action contre la double proie : toi invisible et moi vivace.

Continue, va, nous durons ensemble; et ensemble, bien que séparés,

nous bondissons par-dessus le frisson de la suprême déception pour briser

la glace des eaux vives et se reconnaître là.

 

 

 

Mascullando 

Para no rendirme y para encontrarme a mí mismo te ofendo,

pero cuán enamorado de ti estoy, lobo, a quien equivocadamente

se tilda de fúnebre, colmado de los secretos de mis tierras del interior.

En una masa de amor legendario es donde dejas la huella virgen,

perseguida por tu uña. Lobo, te llamo, mas no tienes realidad nombrable.

Eres por añadidura ininteligible. No compareciente, compensador, qué sé yo.

Detrás de tu carrera sin crines sangro, lloro, me rodeo de terror, olvido,

río bajo los árboles. Despiadada batida y encarnizamiento, donde todo

se pone en acción contra la doble presa: tú invisible y yo vivaz.

Continúa, avanza, duramos juntos; y, aunque separados, juntos, saltamos

por encima del estremecimiento del supremo desengaño para romper

el hielo de las aguas vivas y reconocernos ahí.

 

 

 

 

René Char

Mascullando en voz baja

La palabra en archipiélago

Hiperión

Madrid 1986

 

 

 

 

 


 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir