Ω της καινοτητος ‘Ηρακλεις, της παραδοξολογιας ευμηχανος ανθρωπος.
Qué novedad, por Hércules, qué paradojas, un hombre ingenioso.

Luciano

 

Mr. Apollinax

 

Cuando Mr. Apollinax visitó los Estados Unidos

su risa se mezclaba al tintineo de las tazas de té.

Yo pensaba en Fragilion, esa figura oculta por los abedules

y en Príapo escondido en la maleza

mirando con asombro a la dama del columpio.

En el palacio de Mr. Phlaccus y en casa del profesor Channing-Cheetah

reía, irresponsable como un feto.

Su risa era profunda y submarina

como la del viejo del mar

disimulado bajo islas de coral

donde impacientes cuerpos de ahogados vagan a la deriva por el silencio verde,

desprendidos a gotas de los dedos de espuma de las olas.

Yo ansiaba ver rodar la cabeza de Mr. Apollinax bajo una silla,

con fuco en los cabellos

o sonriente sobre un biombo, mostrando dientes y encías.

Oí el galope de cascos de un centauro sobre el duro césped del hipódromo,

mientras su sosa aunque apasionada charla consumía la tarde.

“-Es un hombre encantador. -Pero, pensándolo bien, ¿qué quiso decir?

-Sus orejas en punta… debe ser un desequilibrado.

Dijo una cosa a la que podría haberme opuesto.”

De la viuda de Mr. Phlaccus, del profesor Cheetah y de su esposa

recuerdo una rodaja de limón y un pastelillo de almendras mordido.

 

Mr. Apollinax

 


When Mr. Apollinax visited the United States

His laughter tinkled among the teacups.

I thought of Fragilion, that shy figure among the birch-trees,

And of Priapus in the shrubbery

Gaping at the lady in the swing.

In the palace of Mrs. Phlaccus, at Professor Channing-Cheetah’s

He laughed like an irresponsible foetus.

Otis laughter was submarine and profound

Like the old man of the sea’s

Hidden under coral islands

Where worried bodies of drowned men drift down in the green silence,

Dropping from fingers of surf.

I looked for the head of Mr. Apollinax rolling under a chair

Or grinning over a screen

With seaweed in its hair.

I heard the beat of centaur’s hoofs over the hard turf

As his dry and passionate talk devoured the afternoon.

“He is a charming man”–”But after all what did he mean?”–

“His pointed ears … He must be unbalanced,”–

“There was something he said that I might have challenged.”

Of dowager Mrs. Phlaccus, and Professor and Mrs. Cheetah

I remember a slice of lemon, and a bitten macaroon.

 

 

 

 

T.S. Eliot

9. Mr. Apollinax
De Prufrock and Other Observations. 1920.
Poesía Completa T. S. Eliot
Traducción y prólogo de Fernando Vargas
Publicaciones de la Universidad Autónoma de Santo Domingo
Vol. DCX. 1989

 


 

Notas:

El epígrafe de Lucano se traduce como:

‘Qué novedad, por Hércules, qué paradojas, un hombre ingenioso’.

El poema describe al filósofo de Cambridge, Bertrand Russell,
incluyendo sus puntiagudas orejas (The Letters of T. S. Eliot,
ed. Valerie Eliot, Vol. 1: 1898-1922 [London: Faber and Faber, 1988]: 483).

Professor Channing-Cheetah: de acuerdo con Valerie Eliot,
parece tratarse de uno de los profesores de Eliot en Harvard,
William Henry Schofield (1870-1920; Letters, p. 483).

 

 


 

 

 

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