I:60

 

 

 

 

Llegará un día,

en el cual no habrá que empujar los vidrios para que caigan,

ni martillar los clavos para que sostengan,

ni pisar las piedras para que se callen,

ni beber el rostro de las mujeres para que sonrían.

 

Empezará la gran unión.

Hasta Dios aprenderá a hablar

y el aire y la luz

entrarán en su cueva de miedosas eternidades

 

Entonces ya no habrá diferencia entre tus ojos y tu vientre,

ni entre mis palabras y mi voz.

Las piedras serán como tus senos

y yo haré mis versos con las manos,

para que nadie pueda ya confundirse.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1 Comentario

  1. caballo

    wow

    narcisodaa

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir