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the cobweb

 

 

 

A few minutes ago, I stepped onto the deck

of the house, From there I could see and hear the water,

and everything that’s happened to me all these years.

It was hot and still. The tide was out.

 

No birds sang. As I leaned against the railing

a cobweb touched my forehead.

 

It caught in my hair. No one can blame me that I turned

and went inside. There was no wind. The sea

was dead calm. I hung the cobweb from the lampshade.

Where I watch it shudder now and then when my breath

touches it. A Fine thread. Intricate.

 

Before long, before anyone realizes

 

I’ll be gone from here.

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la telaraña

 

 

 

Hace unos minutos salí a la galería.

Desde ahí podía ver y oír el agua,

y todo lo que me ha venido sucediendo

durante estos años.

Hacía mucho calor y todo estaba muy tranquilo.

La marea se había retirado.

Los pájaros ya no cantaban.

Apoyé la espalda en una columna del alero, y

al realizar este movimiento

mi frente rozó una telaraña

que se enredó en mi pelo.

Di media vuelta,

entré nuevamente en la casa.

Sé que nadie podrá culparme

de haber tomado esta decisión.

Todo seguía muy quieto y caluroso.

No soplaba ni una leve brisa.

El mar era un espejo de acero silencioso.

Me saqué la telaraña del pelo

y la colgué de la pantalla de la lámpara.

Ahora cuando mi aliento la toca

tiembla suavemente. Un tejido,

complejo, intrincado. Flotando en la turbulencia

de mi aliento tibio.

Pienso…

No ha de pasar mucho tiempo antes de que alguien

comprenda que he abandonado este lugar.

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raymond carver

 

 

 

 


 

 

 

 

 

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