[ezcol_1half]    

a modo de juego

A través del cristal las columnas de luz distinguen en cada pupitre

Tapones de botellas de leche, pajas y cortezas revenidas.

La música compite en desafío

Mezclando memoria y deseo con polvo de tiza.

Mis notas de clase dicen: El profesor tocará

El concierto Número Cinco de Beethoven

Y la clase se expresará libremente

Por escrito. Uno dijo ¿Podemos bailar?

Cuando saqué el disco, pero ahora

El volumen los ha silenciado. Más alto

Y más firme, cada autoritaria nota

Hincha la clase, tensa como un neumático,

Produciendo su encanto particular detrás de ojos

Que miran abiertamente. Se han olvidado de mí

Por una vez. Las plumas están ocupadas, las lenguas imitan

Sus desatinados abrazos de la palabra

Libre. Un silencio cargado de dulzura

Irrumpe en los rostros perdidos donde yo percibo

Miradas nuevas. Luego las notas se estiran como añagazas.

Ellos viajan para caer en sí mismos sin saberlo.

 [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] 

the play way

Sunlight pillars through glass, probes each desk

For milk-tops, drinking straws and old dry crusts.

The music strides to challenge it,

Mixing memory and desire with chalk dust.

My lesson notes read: Teacher will play

Beethoven’s Concerto Number Five

And class will express themselves freely

In writing. One said ‘Can we jive?’

When I produced the record, but now

The big sound has silenced them. Higher

And firmer each authoritative note

Pumps the classroom up tight as a tyre,

Working its private spell behind eyes

That stare wide. They have forgotten me

For once. The pens are busy, the tongues mime

Their blundering embrace of the free

Word. A silence charged with sweetness

Breaks short on lost faces where I see

New looks. Then notes stretch taut as snares: They trip

To fall into themselves unknowingly.

[/ezcol_1half_end]

Seamus Heaney

Death of a Naturalist, 1966, 1991

Muerte de un Naturalista

Traducción: Margarita Ardanaz, 1996

Edición bilingüe

Ediciones Hiperión

Madrid

Original: Death of a Naturalist


 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir