Sharon Olds / 

/La fuente, 1997

 

[ezcol_1half]  

 

 

plegaria de aquella época

 

A veces me sorprendía a mí misma

arrodillada bajo el marco de la puerta,

una mujer sin fe, rezando:

Por favor no dejes que nada le pase.

No te lleves sus pensamientos,

no trepes hasta su pequeño

cerebro, que alucina en la cuerda floja, y lo empujes.

No dejes que babee sobre sus cereales. Pero

si esa es la única forma en que podemos tenerlo

por favor déjanos tenerlo–

incluso si lo único que podemos ver en su cara

son las avenidas, vacías y amplias—

y ponle de nuevo un babero,

y dale cucharadas de azúcar negro, y maíz molido,

y siéntate a su lado por el resto de los días,

deseando que él se quede acá a pesar de que tal vez

esté en el infierno. ¡Pero vivo! Pero vivo en el infierno.

[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]        

 

 

 

prayer during that time

 

 

 

I would sometimes find myself leaning on a doorframe,

a woman without belief, praying:

Please don’t let anything happen to him.

Don’t take his thoughts away,

don’t go up to his small, dazzled

brain on the high wire and push it off.

Don’t leave him drooling in his cereal. And yet

if that’s the only way we can have him

please let us have him–

even if all we can see in his face

are the avenues, empty and spacious–

and put a bib on him again,

and spoon him brown sugar, and hominy,

and sit with him for the rest of our days,

wanting to keep him here even though

he might be in hell. But alive! But alive in hell.

[/ezcol_1half_end]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sharon Olds / Traducción de Natalia Leiderman y Patricio Foglia

/La fuente, 1997

/The wellspring, 1997

 

 

 

 


 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir