[… ]

 

 

 

 

entonces son posibles ya las luces, las caricias, la piel, el horizonte,

ese decir palabras sin sentido

que ruedan como oídos, caracoles,

como un lóbulo abierto que amanece

(escucha, escucha) entre la luz pisada

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

vicente aleixandre
mi voz
espadas como labios

 

 

 

 

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