NdAlfonso

nunca en la cárcel nunca enamorado

charles bukowski

 

cara de un candidato político en una valla publicitaria

 

 

 

 

ahí está:

no demasiadas resacas

no demasiadas peleas con mujeres

no demasiados neumáticos pinchados

 

 

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la humanidad última: benjamin

la humanidad última

 

benjamin

 

 

Defiéndete, por dios, sal del susto, sal del miedo:

aunque entiendas poco, aunque entiendas menos

que los otros: ya nadie te golpeará

meroedeos

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la humanidad última: thomas

la humanidad última

 

thomas

 

 

 

Cuando nada llega, siempre llega el tiempo:

a veces se trata de un tiempo tranquilo y suave

como una brisa que apenas se hace notar.

Otras veces, sin embargo,

 

 

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lezama lima: paradiso: del capítulo I

josé lezama lima

 

paradiso

 

del capítulo I

 

 

La mano de Baldovina separó los tules de la entrada del mosquitero,

hurgó apretando suavemente como si fuese una esponja y no un niño

de cinco años; abrió la camiseta y contempló todo el pecho del niño lleno 

 

lezama

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no despertéis a las rosas

pere gimferrer

 

rondó

 

 

 

Quisiera tener un revólver para escuchar solamente

el sonido de la sangre, y saber que no moriré:

que el chasquido de las cápsulas o el fogonazo sulfúreo,

 

 

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siete poetas norteamericanas contemporáneas

beth miller

 

 

De las poetas aquí incluidas, todas —y muchas

de las que faltan— me parecen buenas poetas.

Esta sería razón suficiente para incluirlas en una

antología. También hay una segunda razón.

 

 

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regateos, sufrimiento y amor

philip larkin

 

última cara

 

 

Última cara, con qué poco esfuerzo

llegas imponente ante mis ojos:

nadie que te viera podría imaginar

que hasta entonces tu belleza no tenía hogar:

 

philip

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la humanidad última: sam torrance

la humanidad última

 

sam torrance

 

 

 

Sam Torrance pertenece, naturalmente, a la gran familia

de los desesperados. La mirada de su ojo izquierdo conecta

directamente con la irrealidad: porque ese ojo, esa mirada

 

meroedeos

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morir es un arte, como todo lo demás

sylvia plath

 

Lady Lazarus

 

Lo he vuelto a hacer.

Lo consigo una vez cada diez años

 

Una especie de milagro andante, mi piel

resplandece como la pantalla de una lámpara nazi

 

 sylvi2

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merodeos: qué extrañada

merodeos

 

qué extrañada

 

 

 

Alejandra mira desde la ventanita realmente

extrañada, como si no supiera qué pasa o quién hay,

como si no distinguiera bien y quisiera averiguarlo,

 

 

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  1. Propongo una explicación ( ) de este hermoso y potente texto, tanto para hacerle justicia como para hacer justicia a…

  2. Aprovecharé este poema para explicarme —a mí mismo sobre todo— algunos asuntos de la poesía y la poética que, estando…

  3. Me parece un buen poema; antes, cuando entonces, hubiera dicho que necesito que un poema tenga imágenes concretas, imágenes reales,…

  4. Tiene usted razón (ya estará acostumbrado) .Pero yo en mi infinita ignorancia pensaba que hablábamos de muerte y religión, no…