john ashbery: diciéndolo para que no suceda
óxido oscuro derramándose
sobre el cuerpo
leonard cohen: irving y yo en el hospital
Sus manos de boxeador temblaban
Luchaba con su pipa
Tabaco Imperial
charla de antonio gamoneda: poesía y realidad
crea aquello que no existía porque
confiere al “aquello” una existencia intelectual
john ashbery: una tarde citadina
el aire alzando los cabellos de alguien
el revés en el reflexivo estanque
miguel delibes: muerte y resurrección de la novela: confidencia
una novela requiere un hombre (un protagonista),
un paisaje (un ambiente) y una pasión (un móvil)
joaquín o giannuzzi: [la lluvia es un apaciguamiento universal]
la hostilidad de su dios, sus ojos bloqueados,
creando cosas húmedas y terribles
la prisión transparente: nuevo libro de poemas de antonio gamoneda
la prisión transparente:
nuevo libro de poemas de gamoneda
john ashbery: los vegetarianos
como las cabinas rojas, colgadas de
unos cables alrededor del lago, contra el cielo
wislawa szymborska: cierta gente
y aún mejor un cierto no-haber-sido
por un tiempo corto o hasta largo
antonio gamoneda: libro de los venenos: de la escolopendra
se declaraban de peor
raza que las escolopendras
john ashbery: autorretrato en un espejo convexo 5/15
las incluye a todas, como están,
invertidas finalmente en el acumulante espejo
henri michaux: circulando en mi cuerpo
y en los temblores
inspeccionaba mi piel, a la espera del dolor que
iba a reventarla
ezra pound: catay: cuatro poemas de despedida
aquí debemos separarnos
y atravesar mil millas de hierba muerta
joaquín o giannuzzi: me despierto en la noche
su gelatina hierve, ávida de oxígeno,
de sustancia continua
catulo XXIX: quién puede ver esto?
quién puede aguantarlo, a menos que sea un crápula,
un devorador y tahúr
emily dickinson: poemas a la muerte: 1147: después de unos cien años
el instinto recogerá la llave
que tiró la memoria
agustín garcía calvo: la ilíada IV 1-29
mis corceles se fatigaron cuando
reunía el ejército contra Príamo y sus hijos
