francisca aguirre: testigo de excepción

 

 

 

 

 

recita Tomás Galindo

 

 

 

Un mar, un mar es lo que necesito.

Un mar y no otra cosa, no otra cosa.

Lo demás es pequeño, insuficiente, pobre.

Un mar, un mar es lo que necesito.

No una montaña, un río, un cielo.

No. Nada, nada,

únicamente un mar.

Tampoco quiero flores, manos,

ni un corazón que me consuele.

No quiero un corazón

a cambio de otro corazón.

No quiero que me hablen de amor

a cambio del amor.

Yo sólo quiero un mar:

yo sólo necesito un mar.

Un agua de distancia,

un agua que no escape,

un agua misericordiosa

en que lavar mi corazón

y dejarlo a su orilla

para que sea empujado por sus olas,

lamido por su lengua de sal

que cicatriza heridas.

Un mar, un mar del que ser cómplice.

Un mar al que contarle todo.

Un mar, creedme, necesito un mar,

un mar donde llorar a mares

y que nadie lo note.

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir