francisco de quevedo

El Parnaso español

1648

Erato. Musa IV. Sonetos

 

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a una dama bizca
y hermosa

 

Si a una parte miraran solamente

vuestros ojos, ¿cuál parte no abrasaran?

Y si a diversas partes no miraran,

se helaran el ocaso o el Oriente.

 

El mirar zambo y zurdo es delincuente;

vuestras luces izquierdas lo declaran,

pues con mira engañosa nos disparan

facinorosa luz, dulce y ardiente.

 

Lo que no miran ven, y son despojos

suyos cuantos los ven, y su conquista

da a l’alma tantos premios como enojos.

 

¿Qué ley, pues, mover pudo al mal jurista

a que, siendo monarcas los dos ojos,

los llamase vizcondes de la vista?

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a una dama tuerta
y muy hermosa

 

Para agotar sus luces la hermosura

en un ojo no más de vuestra cara,

grande ejemplar y de belleza rara

tuvo en el sol, que en una luz se apura.

 

Imitáis, pues, aquella arquitectura

de la vista del cielo, hermosa y clara;

que muchos ojos, y de luz avara,

sola la noche los ostenta obscura.

 

Si en un ojo no mas, que en vos es día,

tienen cuantos le ven muerte y prisiones,

al otro le faltara monarquía.

 

Aun faltan a sus rayos corazones,

victorias a su ardiente valentía

y al triunfo de sus luces aún naciones.

[/ezcol_1half_end]

 

 

 

 

ζ

 


 

 

1 Comentario

  1. caballo

    Carlos, si aún andas por ahí, ¿estos sonetos te hacen

    cambiar de criterio? Mmmm. ¿son mejores?

    Ay, quevedo. Un gran juguetón

    Un saludo, gracias por tu opinión

    narcisodaa

    Responder

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