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jaime gil de biedma

 

las personas del verbo

 

 

grupo planeta

 

 

 

canción de aniversario

 

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Porque son ya seis años desde entonces,

porque no hay en la tierra, todavía,

nada que sea tan dulce como una habitación

para dos, si es tuya y mía;

porque hasta el tiempo, ese pariente pobre

que conoció mejores días,

parece hoy partidario de la felicidad,

cantemos, alegría!

 

Y luego levantémonos más tarde,

como domingo. Que la mañana plena

se nos vaya en hacer otra vez el amor,

pero mejor: de otra manera

que la noche no puede imaginarse,

mientras el cuarto se nos puebla

de sol y vecindad tranquila, igual que el

tiempo,

y de historia serena.

 

El eco de los días de placer,

el deseo, la música acordada

dentro en el corazón, y que yo he puesto

apenas

en mis poemas, por romántica;

todo el perfume, todo el pasado infiel,

lo que fue dulce y da nostalgia,

¿no ves cómo se sume en la realidad que

entonces

soñabas y soñaba?

 

La realidad —no demasiado hermosa—

con sus inconvenientes de ser dos,

sus vergonzosas noches de amor sin deseo

y de deseo sin amor,

que ni en seis siglos de dormir a solas

las pagaríamos. Y con

sus transiciones vagas, de la traición al tedio,

del tedio a la traición.

 

La vida no es un sueño, tú ya sabes

que tenemos tendencia a olvidarlo.

Pero un poco de sueño, no más, un si es

no es por esta vez, callándonos

el resto de la historia, y un instante

—mientras que tú y yo nos deseamos

feliz y larga vida en común—, estoy seguro

que no puede hacer daño.

 

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