[ezcol_1half] 

 

 

LA MUSE VÉNALE

 

Ô muse de mon cœur, amante des palais,
Auras-tu, quand Janvier lâchera ses Borées,
Durant les noirs ennuis des neigeuses soirées,
Un tison pour chauffer tes deux pieds violets ?

Ranimeras-tu donc tes épaules marbrées
Aux nocturnes rayons qui percent les volets ?
Sentant ta bourse à sec autant que ton palais,
Récolteras-tu l’or des voûtes azurées ?

Il te faut, pour gagner ton pain de chaque soir,
Comme un enfant de chœur, jouer de l’encensoir,
Chanter des Te Deum auxquels tu ne crois guère,

Ou, saltimbanque à jeun, étaler tes appas
Et ton rire trempé de pleurs qu’on ne voit pas,
Pour faire épanouir la rate du vulgaire.

      [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]  

 

LA MUSA VENAL

 

Oh! musa de mi corazón, amante de los palacios
¿Tendrás, cuando enero suelte sus bóreas
durante los negros tedios de las nevadas noches
un tizón para calentar tus pies violáceos?

¿Avivarás entonces tus hombros jaspeados
con los rayos nocturnos que atraviesan las ventanas?
Sintiendo tu monedero tan seco como tu paladar,
¿Cosecharás tú el oro de las azuladas bóvedas?

Necesitarás, para ganarte el pan de cada noche,
como un niño del coro, manejar el incensario
cantando los Te Deum, aquellos en lo que no crees.

O, saltimbanqui en ayuno, desplegar tus encantos
y tu risa húmeda de lágrimas que no se ven
para hacer florecer la carcajada del vulgo.

             [/ezcol_1half_end]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir