leopoldo maría panero

 

Guarida de un animal que no existe. Madrid; Ed. Visor, 1998

 

poemas de la vieja

 

 

 

1

 

a Belial

 

 

 

Cuando en el crepúsculo las ancianas sollozan,

acudes tú Belial

a horrar con una esponja de vino los pecados

y a convertir en vino el pan dorado

el pan que dora el sufrimiento de los locos

el amargo pan de la muerte

y escucho tus pasos venir, venir a ayudarme

y respondes, tú sólo respondes

a ese grito en la habitación a oscuras.

 

 

2

 

 

Mi corazón es una ramera

que obra en la oscuridad

el tiempo mañana

borrará mi alma otra vez.

 

 

3

 

 

Vieja soy, y al aire espanto

vómito tan sólo que ladra

dicen que los muertos dan asco

pero ser viejo es peor

que la muerte para el mundo

un ruido tan sólo en el cuarto

que escuchan riéndose los jóvenes.

 

 

4

 

 

Vieja soy, el aire inmundo

me devuelve mi figura

escupen sobre mi rostro

los niños al pasar corriendo

y sola, al aire que me borra

le digo «soy vieja y nada»

mátame porque mi cuerpo

desnudo ya no es puro

sino excremento de perro

en el aire sin más nada.

 

 

5

 

 

El calor de mi carne inmunda

sólo a los muertos conviene

pero peor que ser vieja

de cuerpo es serlo de alma,

más inmunda aún que mi cuerpo.

 

 

6

 

 

Me dijo mi amor un día

sólo sabes ladrar, vieja

ni el demonio en el aire inmundo

es peor que tu figura

que tu pellejo grasiento

que ladra aun sobre el poema.

 

 

7

 

 

Mi alma, más vieja aún que mi cuerpo

sabe mejor que una ciencia

el lenguaje del rencor

el torpor de mi carne arrugada

dice mi única verdad

cuando, al acostarme, me duermo

como un pedo en la oscuridad.

 

 

8

 

 

La vieja a la sombra susurra

«no tengo dientes, soy vieja»

la vieja en el aire susurra

«mi rostro tiene el esplendor de la pesadilla»

Y el aire tiene miedo de ella.

Y el poeta dice a la vieja

«mañana quemarán tus dientes

y orinaré sobre tu sepulcro

verás que es blanca mi orina

como el rostro de los muertos.

 

 

9

 

 

Dijo el demonio a la vieja

desnúdate y baila conmigo

muéstrame tu cuerpo flaccido

como una flor se deshoja

también el diablo es viejo

igual que tu culo sonrosado

las lágrimas son de los hombres

pero llorar no es de viejos.

 

 

 

 

 

año 1996 marzo/abril

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

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