[vamos con los placeres prohibidos:

solamente un par de poemas]

 

 

 

 

luis cernuda

 

los placeres prohibidos

la realidad y el deseo

 

edición de Miguel J. Flys

Castalia

Clásicos Castalia 125

 

 

 

 

no decía palabras

 

 

 

 


No decía palabras,

acercaba tan solo un cuerpo interrogante,

porque ignoraba que el deseo es una pregunta

cuya respuesta no existe,

una hoja cuya rama no existe,

un mundo cuyo cielo no existe.

 

 

La angustia se abre paso entre los huesos,

remonta por las venas

hasta abrirse en la piel,

surtidores de sueño

hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

 

 

Un roce al paso,

una mirada fugaz entre las sombras,

bastan para que el cuerpo se abra en dos,

ávido de recibir en sí mismo

otro cuerpo que sueñe;

mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne;

iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.

Aunque sólo sea una esperanza,

porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe.

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

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