manuel vilas: el hundimiento: I. los nadadores nocturnos: berlín

 

 

 

el hundimiento

2015

 

 

berlín

 

 

 

 

Quiero irme de esta casa donde fueron concebidas nuestras
        hijas.

 

Quiero que todo muera conmigo.

 

Quiero ver cómo mueren todos los seres humanos, uno tras otro.

 

No perderme la muerte de nadie: viejos, viejas, niñas, hombres
de mediana edad, recién nacidos, mujeres con el cráneo
reventado en maravillosos accidentes de tráfico
dentro de las inabarcables autopistas de todo el mundo,
que dominan el espacio.

 

Quiero que desaparezca la memoria de la especie
y regrese el orden cósmico: sin vida las grandes
pasiones espaciales, sin vida las galaxias, los planetas,
el firmamento, las estrellas, sin vida en el infinito pesado,
rocas, gases, tinieblas, oscuridad, lejanía, sin vida.

 

Sin vida, pero siempre esperando el regreso de la vida.

 

Nunca me quisiste, quisiste un orden moral, no a mí.
¿Qué haces ahora con ese, dormís juntos, coméis juntos?
¿Te acuerdas de mí? Conozco tu piso, tu cama, tu cocina,
el agua mineral que bebes, la más cara, claro, eres tú.

 

¿Te acuerdas de cuando me mordías el cuello y las manos?

 

Es para morirse de risa.

 

Ahora se lo estarás haciendo a ese otro, sé quién es.

 

Un tipo mejor colocado en las radiantes jerarquías de la tierra.

 

Eso era todo lo que buscabas, menuda comedia.

 

Niña tonta y sin talento, dándoselas de artista.

 

Escucho esa canción Berlín porque la oíamos juntos,
mientras cenábamos con luz de velas
y bebíamos Dubonnet con hielo
en la terraza de tu casa, cuando llegaba el mes de junio.

 

¿O no era contigo? ¿Con quién era?
Me falla tanto la memoria, y qué hermoso perderla.

 

Si pierdo la memoria, qué pureza y cuánta justicia social.

 

Creo que nunca amé a nadie, ni siquiera a mí mismo.
La pereza de amarse a uno mismo.

 

Y luego esa larga, incolmable apetencia
por destruirlo todo para ver cómo arde,
para ver en el fuego alguna clase de verdad.

 

Era grandioso. Era el Paraíso.

Niña, me creí Clint Eastwood for a day.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

manuel vilas
poesía completa
1980-2018

volumen MLIX de la colección Visor de Poesía
2ª edición, enero 2019
3ª edición, noviembre 2019

visor libros
madrid

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir