dos mensajes tuyos hablas de soluciones prácticas: si se hubiera dado cuenta antes no estaría en la miseria; en el segundo
mensaje me dices que no me lo tome a la tremenda, que ni siquiera la muerte.
El sosiego de la conciencia del tipo es superior o mejor que las superficialidades de la vida: sin duda. Pero -entiendo- que
hablamos de una pobreza de solemnidad -no sé si se dice así en Argentina-: hablamos de la miseria: lo malo de la miseria
es que la pobreza se ha hecho excesiva en duración y profundidad, y el tipo vive en la intemperie interminable. Pero lo malo
de la intemperie no es que no le sobre dinero -que es la apariencia- sino que ha perdido la posibilidad de decidir entre iguales.
No tiene un lugar entre los hombres desde el que pueda influir, en ninguno de los ámbitos de la vida, con sus decisiones.
Ya: espero no haber resultado excesivamente grave. Pero ¿por qué están, existen, esos tipos y tipas? ¿Se trata de algo
voluntario? ¿Cuáles son -si las tiene- las razones de un mendigo -no de la mendicidad, sino de muchos mendigos concretos?
Es el sentido de este merodeo; y de todos los demás.
Un saludo cordial
Gracias
Narciso
]]>es, por definición, la estrategia de los enamorados: volver sobre el asunto, insistir para comprender algo más, no pasar por
encima como sobre ascuas. Quizá lo que es una -primera- propuesta de explicación resulte trivial: con todo, hay -para mí- una
vía que no conviene utilizar: la generalización: un merodeo es siempre concreto, se aleja de la teoría -o lo intenta-.
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