me va pareciendo que el asunto es eso que se llama racionalización:
parece que habla de la realidad, pero sólo habla -poetiza- de la realidad
pensada, dicha, de la realidad de las palabras, que es una realidad mental,
y no es una realidad real.
De momento, de entrada, a mí me sirve esta primera explicación -que será
falsa, pero por ahora me vale-.
Gracias
Narciso
]]>pero no es sencillo ponerle nombre. Sólo se me ocurre
decir que la vida no escribe -no escribiría- así. Es un
poema demasiado perfecto, pero tampoco es ese el problema…
Mmmm… lo releeré hasta que se me ocurra -o no se me ocurra- algo.
Gracias, buena aportación y un reto poético.
¿por qué un poema no es poéticamente bueno aunque sus palabras lo sean, o
parezcan serlo? Sin duda, la poeta nos hace trampa, nos engaña… como buena poeta,
claro -es su obligación-. Pero: ¿dónde y cómo nos engaña? y, también… ¿no será
que ella se engaña a sí misma -no ve su trampa- y por eso es más difícil detectar de
dónde procede ese saber sospechoso a plástico?
Narciso
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