Gracias por ese comentario tan rico,
tan frondoso como una selva en la que
no falta de nada.
Ángel
]]> Tampoco parece una pregunta propia de los koan zen,
hechos para fatigar la lógica triste con una propuesta imposible:
‘conocemos el sonido de la palmada de dos manos, pero ¿cuál
es el sonido de la palmada de una sola mano?’.
Cabe plantearse, naturalmente, si nos pide una respuesta,
si sólo pretende despertarnos del espeso sueño que nos posee,
o si ya ha contestado a la pregunta en el propio poema.
Personalmente, me inclino por la última opción.
narciso de alfonso
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